“Nacemos para no morir nunca”
Chiara Corbella (1984-2012), la joven madre italiana que renunció al
tratamiento del cáncer para no perjudicar a su hijo, a costa de su propia vida.
Su testimonio de fe, junto con el de su marido Enrico Petrillo, ha cambiado
muchas vidas.
Tuvo dos hijos con malformaciones que a pesar de saber que morirían al nacer quiso respetar la vida y continuar con la gestación de los pequeños. El tercer embarazo venía bien... pero esta vez la enferma era ella.